
Tema musical: "para la guerra nada" Martha Gómez

La policromía del espejo:
Una narrativa pictórica de la violencia colombiana
Universidad Distrital Francisco José de Caldas.
Facultad de Ciencias y Educación.
Licenciatura en educación básica con énfasis en Humanidades y Lengua Castellana
Laura Paola Fajardo Leal.
20122160059.
Balance crítico y creativo:
El conocimiento de estos escenarios posibilita ampliar el horizonte de este proyecto, cada experiencia da cuenta de cómo puede hablarse acerca de la violencia a partir de diferentes perspectivas. Las muestras pictóricas con relación a la violencia colombiana no suelen verse desde una mirada profunda simple y sencillamente porque estamos acostumbrados a que sólo las obras de arte de otras partes del mundo merecen nuestra atención y nuestra interpretación. No obstante, espacios como los anteriormente descritos dan cuenta de que en Colombia también se dan fenómenos drásticos en el tema pictórico. A diferencia de la pintura eurocéntrica, la pintura colombiana captura el realismo y las vivencias propias con superior naturalismo. Sin embargo, a pesar de que Colombia sea un país con una gran riqueza cultural, no existen escenarios propios para darlo a conocer, no existen observatorios o lugares especializados en este tema específico en cuestión sino por el contrario aquellos elementos que lo conforman suelen interpretarse por separado y en distintos ámbitos.
Sin embargo, quisiera destacar que si bien he realizado énfasis en explorar los cinco escenarios anteriormente descritos, por razones estructurales y de contenido me he visto en la imperiosa necesidad de omitir otros que aún siendo sumamente relevantes en el presente tema son experiencias complementarias pero no menos significativas.
el Museo Nacional de Colombia inauguró en el año 2014 una nueva sala de exposición permanente llamada “Sala de Memoria y nación”, este espacio es una nueva visión de la diversidad cultural y la riqueza histórica nacional. Menciono este escenario dado que cada sección está íntimamente asociada con el patrimonio cultural, para tal fin relata sucesos históricos de la nación comprendidos en las épocas de violencia, la conquista, etc. Posee pinturas como “la mulata cartagenera” de Enrique Grau, obras de Débora Arango, el polémico “David n.° 6’, de Miguel Á. Rojas, ‘San Sebastián en las trincheras’, de Ignacio Gómez J y otras de Carlos Granada y Umberto Giangrandi.
“ Quisimos narrar la historia del país a partir de las piezas de la colección del museo, pero de una manera en que se incluyeran, además de los personajes centrales, otras visiones del territorio” (María Victoria Robayo, directora)
Cada eje temático de la sala es otra manera de vivir y leer el museo y aproximarse a otro universo de perspectivas acerca de la violencia y en general de la historia colombiana.
Otro escenario que resulta imperativo no desconocer es la plataforma diseñada en 2011 por google en colaboración con diecisiete museos de gran calidad mundial llamada “Google Art Project”
Este proyecto surge como una recopilación situada en territorio web que expone en alta resolución las obras más significativas del arte universal. Al iniciarse el proyecto, cada una de las obras expuestas posteriormente en la plataforma pasó por el lente fotográfico para garantizar su autenticidad al momento de añadirlas a la exposición del sitio web. (En efecto, realizo especial énfasis en experiencias como esta ya que si bien posee un carácter mundial y no plenamente concerniente a nuestro país en ella sí se exponen algunas obras significativas de la historia del arte colombiano)
Para finalizar, es necesario puntualizar en que el haber priorizado estas experiencias deja como resultado el pensar que la pintura Colombiana no necesita más madurez de la que ha ido adquiriendo con el paso del tiempo, el desequilibrio está en la atención tan nula frente al trabajo artístico. En Colombia existe el cliché de que si no es una obra de Botero nada más puede hacer parte de la identidad nacional. Muy pocas por no decir ninguna de las instituciones que promueven la cultura sumergen su interés por el arte en los suburbios y esto por una sencilla razón: “aquello que produce un desconocido, no da plata”. Por esa dinámica homogénea se han desconocido los verdaderos protagonistas, los mismos que retratan el rostro de la violencia porque lo conocen como la palma de su mano, a diferencia de otros que distinguen el conflicto vía los medios masivos de información-desinformación.

