
Tema musical: "para la guerra nada" Martha Gómez

La policromía del espejo:
Una narrativa pictórica de la violencia colombiana
Universidad Distrital Francisco José de Caldas.
Facultad de Ciencias y Educación.
Licenciatura en educación básica con énfasis en Humanidades y Lengua Castellana
Laura Paola Fajardo Leal.
20122160059.
Narrativas pictóricas: vías alternativas para leer la historia Colombiana.
Proyecto de aula transversal para la educación básica secundaria.
“Los artistas no pueden sustraerse a una responsabilidad moral y civil. Al contrario, tienen la obligación ética de buscar incesantemente el camino de un mundo mejor; el horizonte del arte es la creación, es la vida misma y la violencia es destrucción y muerte”
Gloria Zea.
Esta propuesta didáctica se encuentra encaminada hacia el análisis acerca del cómo la pintura surge como otra narrativa para llevar al aula -no necesariamente en términos literarios- con la finalidad de identificar y analizar críticamente de qué manera esta última relata y mantiene viva la conciencia histórica.
De acuerdo con la Real Academia de la Lengua española, narrar se define como: “Contar, referir lo sucedido, o un hecho o una historia ficticios” y en consecuencia, narrativa se refiere a: “Género literario constituido por la novela, la novela corta y el cuento, acción y efecto de narrar y/o habilidad o destreza en narrar o en contar algo”. en este sentido, no se contemplan diversos modos que transgreden lo literario en sentido estricto como parte del acto de narrar; esa es la esencia viva de este trabajo.
Adentrarse en el terreno de lo pictórico implica el conocimiento de lo que subyace en una obra. En esa medida, esta propuesta contempla como factor inicial los acontecimientos y los momentos históricos que dan lugar a dos cosas: primero para hablar de pintura colombiana y segundo para analizar desde otra perspectiva la violencia a lo largo de los años y su influencia en las creaciones artísticas.
Cabe agregar que el factor contextual de esta propuesta no acoge conceptual y sucintamente todo el recorrido de la violencia nacional; realizar esta acción resultaría inverosímil para un país con tanta riqueza histórica y tantas lecturas distintas acerca del conflicto; en este caso, se realizan algunas consideraciones con el fin de dar preámbulo a la muestra pictórica que por sí misma relata aquello que resulta quizá complejo decir con simples palabras.
Se propone entonces, a partir de la muestra inicial, ampliar la misma e involucrarla al escenario educativo. Llevar a cabo un proyecto transversal encaminado hacia el conocimiento y la profundización en la pintura colombiana no es solo deber del docente de artes o el de ciencias sociales en la escuela, dado que, involucra todas las áreas. El docente de Humanidades no es ajeno a la reconstrucción y la lectura de la memoria. En consecuencia, no tendría sentido que un humanista rechazara el papel fundante que tiene la memoria en el reconocimiento del ser colombiano y ser parte de una sola nación. En consecuencia, a través de la obra pictórica es posible generar otro espacio de conocimiento y apropiación de lo histórico y “mandar a recoger” la teorización de la historia y la reducción de la misma a aspectos meramente conceptuales y encasillados a hechos específicos suprimiendo el conocimiento de los antecedentes y de la globalidad de lo histórico, social y cultural.
El proyecto transversal desarrollado en esta propuesta didáctica se asume entonces como un proyecto que tiene como elemento fundante la muestra pictórica inicial que se haya en este trabajo, En efecto, el proyecto llevado al aula permitiría entonces:
-
Ampliar y enriquecer con mayores referentes y artistas la muestra inicial
-
Generar un espacio de debate y círculos de opinión y disertación colectiva que permitan hacer un análisis crítico acerca de la historia colombiana alrededor de lo narrado a partir de las obras pictóricas
-
Reconocer la pintura como otra narrativa para descubrir la verdadera historia colombiana en relación con factores cruciales en la vida política y social del país: el conflicto armado y todo aquello que se desglosa con su surgimiento y legitimación.
-
Generar vínculos de apropiación entre lo cultural e histórico y el estudiante como portador de historias y constructor de memoria.
-
Hallar el carácter simbólico de la obra pictórica colombiana de manera que al hablar de violencia sea posible desarrollar por etapas lo relacionado a la misma e ir tejiendo la historia con el hilo de la memoria.
Contexto:
“El pintor despertó a la realidad
de mediodía, guitarra,
pinceles y paletas en desorden.
Un café en la mañana y a manera de sábana en la cama
una ilusión doblada y desdoblada.
Desnudo
el cuadro,
el lienzo sin colores,
el cigarrillo, la espera,
la modelo no estaba
y el velo en el estudio, semejaba
transparente acuarela desmayada”
“Acuarela “ Olga María Esquivel.
Violencia sistemática, violencia bipartidista, violencia generalizada, violencia civil, violencia ideológica... o como se antoje llamarse no deja de ser violencia. La violencia colombiana es una violencia que no distingue niveles socioeconómicos, si se es blanco, negro, mulato, mestizo o sambo, si se es religioso o escéptico, si se es mujer, hombre, niño o anciano, la violencia colombiana si bien posee una trayectoria que desafortunadamente no cesa su extensión, ha logrado prácticamente naturalizarse a tal punto que desconocemos al otro porque nos invisibilizamos frente a lo ajeno.
Los documentos históricos coinciden que la violencia colombiana tuvo su punto de partida en los conflictos acaecidos por el enfrentamiento entre liberales y conservadores y la lucha gaitanista por transgredir los límites de la barbarie política y reconstruir un país. sin embargo, si analizamos un poco más allá de estos hechos podemos comprender que no precisamente la pugna bipartidista marca el inicio de la violencia nacional, ¿qué hay de los intereses individuales nacientes en el proceso de gobernabilidad de Colombia? ¿No existía acaso mucho antes de la historia de Gaitán ciertas raíces de conflictos internos tanto en los estamentos gubernamentales como en los núcleos ciudadanos?
La violencia se materializa y se hace aún más latente paralelamente a la memoria histórica del país. Leer el conflicto es comprender el cómo las voces de sus actores lo narran y la representan simbólicamente.
De acuerdo a informes como “¡Basta ya! Colombia: memorias de guerra y dignidad” hablar de violencia y por ende de conflicto implica abordar hechos significativos en la historia del país como la apropiación ilegítima y el despojo de las tierras del campesinado, el problema del narcotráfico, el desplazamiento forzado, el sicariato, la vinculación forzada de niños y adolescentes a las filas guerrilleras, la deslegitimación de la cultura, la prohibición de la libertad, el silencio, la opresión, el abandono, la impunidad, el desarraigo, los asesinatos, las violaciones sexuales a hombres y mujeres, las masacres sobredimensionadas, la violación a los derechos humanos, los crímenes de estado, las desapariciones forzosas entre muchos más que son prácticamente incontables. (Lo anterior sin contar las múltiples manifestaciones de violencia arraigadas en contextos más pequeños)
“Cuando se habla de "la violencia en Colombia" se corre el riesgo de emplear una fórmula que muchas personas entienden de muy diferentes modos. Unos piensan en los horribles crímenes del narcotráfico, con sus asesinos a sueldo o "sicarios", sus bombas y sus implacables atentados contra jueces, periodistas y políticos honrados. Otros piensan en los grupos paramilitares con las espeluznantes masacres, mutilaciones y torturas de sus víctimas que son casi siempre gente humilde del pueblo, trabajadores, campesinos, estudiantes, sindicalistas. Otros evocan las emboscadas guerrilleras, los atentados contra oleoductos y empresas extranjeras, los ajusticiamientos de "sapos" presuntos o reales y, últimamente, las ejecuciones en masa de personas desarmadas de diversa edad y condición. Otros, en fin, traen a la mente los secuestros, los robos, la delincuencia brutal de las ciudades y los campos, en un país que ostenta las más altas cifras de muertos por causas de violencia en todo el continente americano, con 40.000 víctimas cada año “
Carlos Vidales, “la violencia en Colombia”, 1997.
Hablar de violencia en Colombia según los teóricos y expertos en historia implica identificar y examinar algunos sucesos fundamentales como los siguientes:
-
Conformación y permanencia del frente nacional: Partimos del hecho del dominio político naciente entre los partidos políticos liberal y conservador naciente desde finales del siglo XIX e inicios del siglo XX. En efecto, el tiempo fue un factor decisivo para lograr un aparente concilio político entre los dos partidos: el frente nacional, acuerdo en el cual cada partido se turnaría la presidencia por un periodo de cuatro años distribuyendose respectiva e igualitariamente los puestos de carácter público.
“En sus orígenes, el Frente Nacional no cubrió la totalidad de ambos partidos. Sólo los lleristas en el liberalismo y los laureanistas en el conservatismo fueron los socios. Las demás fracciones, históricas por demás, no harían parte del acuerdo. Podrían hacerlo en la medida en que electoralmente fueran desplazando a las originarias. Así sucedió cuando el ospino-alzamiento derrotó al laureanismo en las elecciones de 1960, convirtiéndose hasta el final en socio mayor del liberalismo frentenacionalista. Tomarse el partido liberal y llevar la vocería dentro de la coalición eran las aspiraciones del Movimiento Revolucionario Liberal, MRL.
El Frente Nacional activó la vida política del país, pero por exclusión. Al ser una negociación entre unos liberales y unos conservadores que pretendían gobernar solos, los excluidos, curtidos políticos formados a lo largo del siglo, no se dejaron arrinconar y respondieron reanimando la política nacional con elevado instinto de conservación. La oposición fue proscrita. Incluso la conciliadora (o legal) que no iba más allá de reponer rectificaciones al nuevo sistema político. Más que excluyentes, los distintos gobiernos del Frente Nacional mostraron una concepción estrecha e individual en el manejo del poder. No se trató de la conversación del bipartidismo en unipartidismo, simplemente la habilidad de los coligados por sacar los mejores frutos del pacto, extirpó las alternativas disidentes que se oponían a la imposición del modelo liberal de desarrollo.” (Ayala, 1999)
-
Proliferación de grupos guerrilleros: Surgen movimientos subversivos como el M-19 en contestación al manejo político propio del frente nacional, el ELN encabezado por el pensamiento rebelde del Ché Guevara y las FARC controlando las zonas rurales del país.
-
Intromisión y violación de la soberanía política a manos del imperialismo: El dominio de países norteamericanos como Estados Unidos sobre Colombia impide llevar a cabo proceso políticos internos; deslegitima y desvaloriza la mano de obra productiva del colombiano, transforma la perspectiva socioeconómica del país y estimula la confrontación entre el mismo y otros países.
Muestra:
“A los colombianos nos gusta más quedarnos anclados en esta guerra que ya conocemos, que aventurarnos en una paz incierta, imperfecta, incómoda y perturbadora.... lo que se advierte en las encuestas es que hay una buena parte de la sociedad colombiana que cree que esta guerra que tanta sangre ha derramado es el estado normal de la vida y que la paz negociada es un esperpento que nos puede llevar al infierno”
Duzán, 2015
La muestra presentada a continuación es resultado de la realización de un recorrido pictórico en la pintura colombiana considerando por los autores más significativos unas cuantas de sus obras cuyo eje central constituye la reconstrucción de la memoria histórica y su relación con el conflicto y la violencia.
En consecuencia, se relacionan a continuación los autores y las obras más significativas en contexto teniendo en consideración los aspectos elementales que han constituido el seguimiento a las mismas:
-Las obras pertenecen única y exclusivamente al ámbito pictórico dado que es este el objeto de análisis en esta investigación.
-Por lo anterior se han omitido otra serie de técnicas visuales para dar cuenta de los hechos, tales como: fotografía, performatividad, escultura, tallado, fotomontaje, litografía comercial, fotoserigrafía, instalaciones, y ambientaciones, videoinstalaciones, grabado en materiales sólidos, ensamblajes, impresiones digitales, collages entre otros. Eliminar de la muestra algunas técnicas no es sinónimo de desconocer el trabajo artístico de muchos autores no mencionados en el presente documento; por el contrario, se pretende dotar de mayor especificidad el resultado y la propuesta. No obstante, se encuentra abierta la opción de amplitud a la misma.
- La siguiente muestra se realiza a partir de autores más no de cronología con respecto a cada obra; dado que, esto implicaría realizar un estado del arte más completo que requiere mucho más tiempo. Sin embargo, es posible la realización y la complementación del mismo posteriormente.
- Cada obra contiene un análisis breve que permite sustentar la propuesta didáctica en conjunto, de esta manera el recorrido por cada autor y cada momento se encuentra más contextualizado.
- Se hace referencia no sólo a la obra sino también al autor dado que, en su mayoría muchos autores se hayan permeados por determinadas concepciones políticas, aspecto que permite que las obras no sean simples objetos para visualizar la realidad sino que se conviertan en mordaces críticas a la violencia y a todo lo que en ella subyace.