
Tema musical: "para la guerra nada" Martha Gómez

La policromía del espejo:
Una narrativa pictórica de la violencia colombiana
Universidad Distrital Francisco José de Caldas.
Facultad de Ciencias y Educación.
Licenciatura en educación básica con énfasis en Humanidades y Lengua Castellana
Laura Paola Fajardo Leal.
20122160059.
Ignacio Gómez Jaramillo
(1910 - 1970)
Podría considerarse a Jaramillo uno de los pintores más importantes de la pintura del siglo XX. Su obra pictórica no escapa de la crítica, el trasfondo político y sociocultural de un país. A pesar de su trayectoria como intelectual en las artes, conoce de viva voz las huellas y el camino inagotable de la violencia colombiana. Jaramillo surge como uno de los pilares del muralismo en Colombia, un muralismo con tintes poéticos pero realistas.
Su obra “la furia y el dolor” contiene un matiz simbólico que se condensa con una escena con mayor simpleza a simple vista. Es de resaltar los perros azul y rojo ladrando a mujeres vestidas y a un infante desnudo de raza negra que se alejan espantados dejando atrás el cadáver de una víctima. En efecto, no es gratuita la analogía con el tricolor nacional y que los perros posean los colores pertenecientes a los movimientos políticos de la lucha bipartidista.
La segunda obra de esta muestra “martirio de Galán” habla por sí misma. En ella yace el cuerpo descuartizado de José Antonio Galán. Es bastante curioso el cómo varía la tonalidad de las extremidades, mientras los brazos poseen un color más vivo a pesar de estar distanciadas del resto de los órganos los pies parecen más muertos que el mismo rostro del difunto. ¿Podríamos decir acaso que con Galán muere un paso más hacia la libertad de un país? Es increíble pensar que después de muerto los vestigios de Galán continuen encerrados en cubículos como si después de la muerte tampoco existiese libertad.
La tercera y última obra elegida para esta muestra corresponde a “Colombia llora a un estudiante” una alegoría al padecimiento y la impunidad. En ella sobresale la figura de un estudiante difunto y encima de él una paloma blanca. El centro de la pintura la constituyen la aparición de los mismos tonos de su obra “la furia y el dolor”; en efecto, es más que probable que los colores rojos y azules tengan una sola razón de ser. Esta obra juega con el devenir de los trazos circulares y uniformes que relata las hazañas de la rebelión estudiantil, las confrontaciones desde la academia. Podríamos decir que esta pintura especialmente narra aquello que los medios de comunicación privados y ceñidos a la hegemonía nacional no tienen la valentía de decir: El 8 de junio de 1954 en una de las manifestaciones estudiantiles en la Universidad Nacional, falleció por una herida de bala uno de los estudiantes. Hecho que narra Jaramillo con esta obra y Obregón con su “velorio”
La furia y el dolor
1954.
Óleo sobre tela
(81 x 100 cm)
Martirio de Galán.
1957.
óleo.
Colombia llora a un estudiante
1958.
Óleo sobre tela
(81 x 99.5 cm)



